Hoy tenemos ganas de contarte acerca de una de las siete maravillas naturales del mundo que se encuentra en el norte de Argentina, donde el clima es subtrópico. Aquí, la tierra es roja. El aire es húmedo. Los 12 meses del año hace calor. El color del paisaje es un verde intenso impregnado por la selva subtropical.
Estamos en la provincia de Misiones, y más precisamente, en el punto geográfico donde Brasil y Paraguay limitan con Argentina. Sus límites naturales son los ríos Iguazú y Paraná. Intensos caudales de aguas que tiñen colores de tierra y azules claros marcan su paso por las selvas y ciudades.
Esta tierra está habitada por el hombre desde hace más de 10.000 años. Los nativos originales hablaron en la lengua yê. Hace un milenio atrás fueron desplazados por los guaraníes, tribu proveniente del norte que trajo el conocimiento del cultivo. En el siglo XVI llegaron los españoles. Fue entonces, en el 1542 que el primer hombre europeo siguió el paso del río Iguazú hasta dar con el espectáculo natural sin comparación: Las cataratas de Iguazú.
En guaraní, “iguazú” significa “agua grande”. Las cataratas consisten en 275 saltos con caídas de hasta 80 m de altura. El salto más estremecedor recibe un nombre cargado de simbología: “Garganta del Diablo”.
En el 1934 se creó el proyecto de conservar el entorno y la biodiversidad natural de aquel lugar dando nacimiento a los 67.620 hectáreas del Parque Nacional de Iguazú.
Es hogar de coatíes, tucanes grandes, águilas harpías y un sinnúmero de insectos de todos los colores y tamaños. Un especial cuidado reciben las especies en peligro de extinción: el yaguareté, el tapir, el ocelote, el yaguarundí, el oso hormiguero grande, el tamandúa, las águilas selváticas, y el yacaré overo.
El parque ofrece varios paseos al visitante. Llamamos “Paseo Inferior” aquel que te lleva desde un mirador panorámico descendiendo por escalinatas donde algunas son talladas en la misma roca hasta el río Iguazú. Pasarás delante de varios saltos y la selva te cobijará con su aroma y su sombra.
El “Paseo Superior” te ofrece una mirada completamente distinta. Desafiará tus sentidos ya que por pasarelas recorrerás la parte superior de las caídas de agua. Disfrutarás de la vista panorámica y por momentos te encontrarás posicionado en el abismo mismo con furiosas corrientes de agua bajo tus pies cayéndose.
A la “Garganta del Diablo” se accede a través del Tren de las Cataratas. A partir de la Estación Garganta del Diablo podrás realizar una caminata por una pasarela que, serpenteando entre las islas, recorre 1100 metros hasta los amplios balcones ubicados junto al borde y frente de la Garganta del Diablo. Desde el lado brasileño del parque obtendrás una espectacular vista desde otro ángulo sobre el mismo fenómeno.
Hoy, no podemos viajar todavía, pero ¡ estamos juntado ganas !
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