En el 1999 el área natural protegido península Valdés fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
A partir del mes de mayo llegan las ballenas francas preñadas desde el año anterior al Golfo Nuevo a la zona de El Doradillo. Aquí dan luz a sus crías, las amamantan y les enseñan todo los necesario para sobrevivir: Un tierno espectáculo que el visitante puede observar directamente desde la costa.
En septiembre, las ballenas con sus ballenatos nadan hasta la zona de Puerto Pirámides, la aldea ecológica de Península Valdés. Desde aquí se realizan los avistajes embarcadas. No te asustes si a una cierta distancia del grupo de animales, el barco apaga sus motores. ¡Queremos cuidar a nuestros amigos gigantes! Está en la voluntad del mamífero si acercarse o no al visitante.Contrariamente a lo que podríamos pensar, pareciera que a las ballenas les encanta avistar a nosotros, a los seres humanos, ya que se vienen muy cerquita. Son amigables y curiosos y la calma de sus movimientos torna ideal una observación detenida.
El pingüino magallánico usa el mismo nido y se queda con la misma pareja que el año anterior. En septiembre, primero llega el macho y prepara el nido, luego llega la hembra y pone dos huevos. Cientos de pichones nacen. El visitante de una pingüinera pasea directamente entremedio de estos simpáticos animalitos.
El Golfo Nuevo es hábitat del ejemplar más chico y del ejemplar más grande de los delfines: Las más chicas, las toninas, son muy juguetonas. Se sienten atraídos por los ruidos de los motores de las embarcaciones. Las orcas, a cambio, son los delfines más grandes que existen. En cierta época del año los visitantes presenciamos desde la costa su singular técnica de caza para la cual sacan todo su cuerpo fuera del agua con el fin de atrapar a un lobo o elefante marino bebé. Las hembras orcas se empeñan a enseñar estos astutos movimientos a sus crías durante el verano.
Desde Puerto Madryn, el visitante tiene la posibilidad de embarcarse en un viaje hacia los delfines patagónicos, los de piel oscura.
Un tierno encanto son los lobos marinos. Ellos viven durante todo el año en la Península Valdés y según la época se mueven de una lobería a otra. Tienen sus zonas reproductivas y otras para el reposo invernal. Sus familias son numerosas.
¿ Te acuerdas de nuestra nota en la cual te contamos cómo se siente nadar o hacer buceo con estos mamíferos divertidos, amistosos y curiosos ?
El elefante marino es otro mamífero que nunca deja su península. En su época reproductiva el macho se pelea con otros para robarle a alguna hembra. Cuentan hasta 40 hembras por macho. Las crías se destetan al mes y es cuando dejan a su familia. Son vidas muy dinámicas.
Entre el paisaje de acantilados y estepa que esconden un sinfín de guanacos, zorros grises, maras, choiques y otros animales tan típicamente patagónicos. ¡Afilá tu mirada! Sus colores se disimulan perfectamente con el paisaje. ¡A ver quién los encuentra primero!
¿ Te dieron ganas de descubrir la costa patagónica atlántica ?
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